En algunos casos, la abundancia de familias tipográficas puede asustar. Hay numerosos estilos, pesos y variantes que utilizan una terminología que se malinterpreta repetidamente. Conocer la amplitud y alternativas de cada familia de tipos facilita la elección de la más adecuada tipografía en el diseño.
Historia
El concepto moderno de letra llega a nosotros después de 4000 años de viaje a través de Mesopotamia, Egipto, Grecia, la península itálica y, por último, Europa occidental. El alfabeto romano, codificado los siglos II y I a.C., deriva de la escritura lapidaria griega, desarrollada durante milenios por los sumerios, etruscos y fenicios. Los romanos introdujeron nuevos caracteres y simplificaron la escritura, manteniendo un grosos único en las astas de los caracteres. Los escribas comenzaron a trazar las inscripciones antes de tallarlas, utilizando plumas de junco de corte cuadrado y pinceles que dejaban marcas contrastadas y astas gruesas y finas, que influenciaron la creación de la forma de las letras en los siguientes 2000 años.
Genealogía
En el ámbito de la tecnología digital, fuente se refiere al fichero digital que almacena la información y características escalables del tipo o, dicho de otro modo, del diseño. Un tipo es un único peso o estilo con unas características y una estética singulares. El conjunto de tipos con elementos de diseño comunes ejecutados mediante una serie de pesos y de estilos compone una familia tipográfica.
Clasificación
Como comentábamos en nuestro post sobre los principios básicos del diseño gráfico, a lo largo del sigo XX se han realizado esfuerzos para clasificar la creciente colección de tipos. En los años 20, el tipógrafo francés Francis Thibaudeau las clasificó por la forma de sus serifas en elzervirianos, didots, egipcios y antiguos. En 1954, otro tipógrafo francés llamado Maximilien Vox propuso un sistema más completo basado en un enfoque histórico. Las categorías incluían los tipos clásicos (subdivididos en humanísticos, garaldos y de transición), modernos (didones, mecánicos y lineanles) y otros (incisos, manuscritos, manuales, góticos y no latinos). Este sistema fue adoptado en 1962 por la ATypI (Associaton Typographique Internationale) y más tarde por Adobe, para clasificar su biblioteca. También, más adelante, las fundiciones de tipos de imprenta digitales intentaron clasificarlas por el modo en que los diseñadores se refieren a los tipos en su lenguaje cotidiano.
Composición
La actividad que, normalmente, ocupa más tiempo a un diseñador es la composición tipográfica. Esto se refiere a disponer las letras en palabras, las palabras en frases, las frases en párrafos y los párrafos en composiciones. Para una buena composición de tipografía en el diseño, hay que respetar algunos principios y conocer la semántica sobre el espaciado, organización y uso correcto de la puntuación.
Conclusión
Sea cual fuere su forma, los caracteres tipográficos llevan mensajes por encima de las palabras que representan en forma de respuestas emocionales o asociaciones del espectador en respuesta a los detalles de un determinado tipo de letra. Son respuestas subjetivas que se basan en la experiencia personal y el trasfondo cultural. El diseñador es un comunicador y tiene que dirigirse a su público objetivo. La tipografía en el diseño como parte del proceso de comunicación puede ser una parte muy eficaz para conectar con el grupo. Puedes utilizar tipos pesadas, ligeras, con textura, o combinaciones de diferentes estilos que creen un contraste.
La tipografía es un arte. La buena tipografía es Arte. Paul Rand